Ryszard Kapuściński, homenaje...

Un 23 de enero, pero de hace dos años, el periodista polaco Ryszard Kapuściński cerró los ojos para siempre.
Dejó para nuestro deleite el humilde poder de sus enseñanzas, vestidas de palabras sencillas. Con ellas ha reflejado la experiencia del mundo que le tocó caminar, sin otra armadura feliz que la de ser periodista. Esa condición en él fue más que apropiada: le permitió comprender cómo el género humano cae ante el poder.
Pero lo hizo con una prosa tan particular que alcanzó ese deseado carácter universal; como la misma poesía: de nadie, pero al mismo tiempo, muy de nosotros, cuando todas sus crónicas periodísticas nos llenan el alma, nos atrapan la atención y lo olvidamos todo...
Esa es la palabra exacta para este caso: su prosa nos llena de una felicidad inexplicable que no termina de sorprendernos.
¡¡¡Gracias!!!
Dejó para nuestro deleite el humilde poder de sus enseñanzas, vestidas de palabras sencillas. Con ellas ha reflejado la experiencia del mundo que le tocó caminar, sin otra armadura feliz que la de ser periodista. Esa condición en él fue más que apropiada: le permitió comprender cómo el género humano cae ante el poder.
Pero lo hizo con una prosa tan particular que alcanzó ese deseado carácter universal; como la misma poesía: de nadie, pero al mismo tiempo, muy de nosotros, cuando todas sus crónicas periodísticas nos llenan el alma, nos atrapan la atención y lo olvidamos todo...
Esa es la palabra exacta para este caso: su prosa nos llena de una felicidad inexplicable que no termina de sorprendernos.
¡¡¡Gracias!!!
0 comentarios